viernes, 25 de septiembre de 2015

El agua sigue subiendo.


Me siento que me están jalando y soy algún animal fiera que con mis garras están rayando la superficie de lo que sea que intento agarrar para no ser raptado… pa no ser llevado…. sino nadie me obligó irme es algo que asumo hacer, para cumplir con deseos familiares y por su puesto en gran parte de alcanzar aspiraciones de gestión y creación de alianzas para el trabajo polinizador, de lucha y defensa de ríos, de territorios, de liberación de la Madre Tierra.


Sin embargo, con todos los aspectos positivos y privilegiados que uno tiene en este recorrido con el pasaporte apropiado, me angustia irme, de dejar el territorio del abuelo J,  dejar el territorio que me dio este apodo. Con la excepción de unos viajes cortos este año no he estado fuera del Huila por más de  10 días…. 

La mayoría de ese tiempo en La Jagua.  Siguiendo la trayectoria de años atrás de participar en procesos, mi nivel de conexión con el territorio y la destrucción que ocurrió este año, que sigue pasando… casi me lleva… de mal en peor…. bien luni tuni. Todo lo que está pasando, pasa directamente por mi ser, duro,

río abajo de la presa, ya no hay pescados, los químicos que la empresa derrame las ha ahuyentado a todos, o las ha envenenado. Las nutrias muertas de hambre se salen del agua para comerse los pollos de los pescadores. Un conflicto inexistente antes cuando habían pescado para todxs, nutrias y humanas. No es solamente los chimbilá desplazados de las vegas del río que fueron a devorar las uvas del llano de la virgen. 

Y en esas vegas deforestadas, el agua está subiendo. 

Los domingos el viaducto se llena de gente de Garzón que se van a tomar los selfies sobre el puente más largo de Colombia que desde este miércoles pasado le pusieron una baranda en su costado sur. Todavía no tiene iluminación. 

Que me cuentan que los gomelos ya salen a pasear en sus lanchas. Las lanchas fabricadas de Emgesa y Refocosta circulan por todo el río, llevando los aserradores de refocosta a las vegas de más difícil acceso que hasta este momento, se habían dejado quietos.  

De un recorrido territorial de hace unos días, subimos las peñas del río yuma cerca de la Jagua. Al subir la primera parte trepando y agarrado de piedras, plantas y cable oxidado, el canto de pura libertad y declaración de presencia, la guachara se dio conocer por todo el bosque ripario seco tropical que ya desplazada de los bosques de lado de La Jagua, aún vive allí, de ese lado… y momentos después desde encima de la peñas se vio como arribó una lancha, desembarcando una docena de aserradores a destruir un ecosistema más. 

Otra vez las guacharaca desplazada.

Desde ante ayer dejo de bañar me en el río yumagdalena debajo de las peñas, me toca ir a las bóvedas en el cuacua, suaza. Es que a lo bien huele muy picho el agua y pues se dice por allí que el agua de las piscinas de oxidación más arriba que lo están derramando a la quebrada de las cuchas abajo del puente sin tratarlo.

Y el río, estamos en el verano más fuerte que la gente ha vivido, el río esta lo más bajo que ha estado en su historia. Que en Natagaima dos brazuelos que antes fluían todos los años se secaron. El cuacua también. El cielo se pone oscuro por la tarde, el viento sopla día y noche pero no llueve, como que intenta, pero no lo logra, no llueve, todo está seco, desde hace más de dos meses… 

me hace pensar de esos días en el puente del pescador, Hobo, cerca de Betania con el mismo clima… y territorio árido, brutalmente deforestado, con los suelos destruidos y escasos de vida.  Como las brisas corren, y no paran correr sobre el espejo del embalse…. 

Y el charco ni ha llegado a la Jagua pero la casa de las brisas, refocosta  ya la convirtió en un centro de rescate y recuperación de fauna silvestre…  el espejo crece y río debajo de la presa, por primera vez, el paéz tiene más agua y más caudal que el yuma. 

En el cuacua, hace unas semanas, se dio a conocer un habitante de por acá que nunca sabía que existía, el basilisco verde, la lagartija emplumada que corre sobre la superficie del agua. Así es. Existen en La Jagua. O por lo menos una. Sera que ahora Refocosta la secuestra para “rehabilitarla”? Que de la guacharaca y las nutrias? Ellas también?  

Ayer fui a Minas, y además de ser bendecido por la visita de una Jacamará Colirrufo que me permitió grabar el mejor rodaje que ahora tengo de esta especie tan bonita y hábil como cazador. Pero fui a llenar las botellas del micro riego a mi alma gemela vegetal, el bejuco de carare con que me uní para ayudar la sanación de mi hernia. Por medio de las fibras de plátano que amarre alrededor del tallo después de ser rajado y por donde pase tres veces hace unos 4 meses más o menos, ya brotaban los tallitos de las flores que se desarrollaban en esa ubicación.

Me dicen que significa que es porque tengo que volver.  Y ojala pronto que quede pendiente visitas al cementerio con Don Germán, ir a pescar con leo, barequear con velocín, tejer con albina, llevar a zoi a los petroglifos, andar otros zanjones, terminar de grabar lo de La Jagua, polinizaciones y cine foros pa´rriba y pa´bajo del Huila y todos los ríos libres con pueblos vivos… y un dibujo de… esos mismo ríos.

Tanto para conocer para fortalecer y apoyar nuestras luchas, pero también tanto pendiente en el territorio propio de uno del porque uno no se quiere ir, y menos tan lejos… on aprendizajes que uno tiene solo por vivir en el territorio. 

llevo piedritas de mis dos ríos que pone a La Jagua entre aguas para intercambiar las con otras de los ríos que voy a conocer en el andar… esto para mantener propósito claro, del porque y para que ando esta vez. 

Sin embargo, me angustia irme en este momento tan cambiante que cuando vuelvo todo va estar peor, cambiando, las peñas van estar…. quien sabe… aish… que feo pensarlo…. pensar que yo y muchas más estamos perdiendo la geografía de nuestra niñez, de nuestra vida entera y da miedo de como la memoria arraigado a sitios se va desvaneciendo.. ya me doy cuenta como me esfuerzo para recordar como eran los bosques cuando camino por el hueco, las peñas y san josé. 

uno ya quedo hablando como un abuelo a los 30-y-pico de años hablando de como "esto era antes"  y que antes "la carretera pasaba por ese lado y pa tal parte iba que ir a pie"...

me angustia mucho irme en este momento, sino no hay nada uno puede hacer como individuo, y en estos momentos después de estar acá en las todas, exponerse a muchas cosas, la lucha también necesita que uno salga.

el agua está subiendo pero resistencia y arraigo al territorio está profundizando.

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