sábado, 3 de diciembre de 2011

jueves, 1 de diciembre de 2011

cansado


andino, miamero, andakí, nativo, balkano, indio, huilense, tama, colombiano, gringo, latino, mestizo, blanco, rumano, judío, polaco, ucraniano, ibérico, español, garzoneño, refugiado, moro, uruguayo, montevideano, porteño, bogotano, jagueño, tarqueño, askenazi, inmigrante… en los últimos 500 años he sido por lo menos todo eso, probablemente más pero sin saber de verdad que. Y a la vez que uno es todo, se vuelve nada, o pues, quizás no todos. La mayoría todxs somos mezcladito hasta un punto, pero en esto caso, ciento solo, como si solo yo lo viviera como lo vivo. tan luchado. Me imagino las otras personas que son mezcladitos y lo demuestran en su cara, pelo y color de piel, no viven un desafío constante a quienes son, combinados con secretos familiares, fobias e ismos interiorizados causando un dilema perpetua. Que soy? Quién soy? Como que soy todas esas cosas?? Si no las conozco, no he ido a todos esos lugares, no hablo esos idiomas como que soy eso? Me ha amenazado durante toda mi vida consciente.
Dos ejemplos se me ocurren, un indígena del sur y un afro-estadounidense. La indígena tiene, normalmente, su propia lengua, cosmovisión, cultura, territorio y costumbres que la ubica en su identidad como individuo indígena y como parte de un clan y pueblo, una colectividad. La afro de los ee.uu., habla el idioma y tiene la religión impuesto por siglos de dominio europeo, no tiene territorio (reconocido) y sus costumbres y cultura han sido sincretismo en esfuerzo para salvar lo propio durante más 500 años de imposición europeo. Aunque mezclado por lo impuesto en vivencia y en sangre, como afro descendiente su historia, costumbres y lengua la centra en una identidad como individuo afro y como parte de una diáspora.
 
Sin embargo, no soy nada de eso. Soy Miamero por que todxs quienes somos de allí, no somos de allí. Pero, afuera en el resto de la usa, hijueSudaka, y en el sur soy Gringo, en todas partes me dicen blanco, algo que no les dicen a mis hermanas, mi mama, mi papa, aunque el si es mas blanco que yo. No soy ni judío, ni gringo, ni blanco, ni balkano, ni askenazi por crianza, ni creo ni me identifico como ellos como colectividades por que no son lo mío, lo propio. tanta otra gente mezclada que no se identifica con ciertas cosas de quienes son, y se acepta, entiende y asimila. Pero no funciona así en todos los casos. Aunque me crie cercana y cuidando la tierra y el territorio de donde viene mi familia Andina, y en todas partes, creyendo en las historias de este territorio y que si teníamos vis abuelas Andaki o Tama o quien sabe del río Suaza y que vivimos en ese territorio. Pero nuestra historia es una de guerra larga, de mucho mezclado, que lleva a perder la lengua, la tierra, la cultura, la identidad. Porque hoy en una familia grande y donde un color de piel no se repite pero si se ejerció el “mejoramiento” de la raza. se disminuye lo que tenemos de acá aunque no se logra borrarlo, aunque se intenta. Se habla mal de él, se ve con mala cara, disgusto, asco, vergüenza. Lo que vino acá, lo que invadió, lo que acabó y destruyó se robó todo acá. La consciencia, la belleza, la humildad, la lengua, el conocimiento, la identidad, no quedo nada de nada.
 
El mundo entero incluyendo mi familia lucha y pelea en contra mi poder reconocer mis raíces propias a las tierras ahora llamados Huila, del poder intentar de recuperar todo lo perdido, comenzando con la identidad. Este hostigamiento solo me lleva a dudarme, deprimirme, buscar pruebas como apellidos o hasta instrumentos del invasor como análisis de adn para poder demostrar que sí, que lo que siento de mí, de mi familia entera es real, acabar con las dudas que me contagiaron del mundo que aún no me dejan de atormentar. Esta identidad extranjera, mezclada, inventada y obligada no me entra como no entro a muchxs antes de mí y no sé cómo describir quien soy y que siento… siento robado de la misma sanidad por tener que enfrentar esto cuando hay tantas otras cosas que deberían tomar prioridad. Lo siento más claro que cual quiere otra cosa pero a fin al cabo, el mundo entero y mi familia completa niegan esto y probablemente si algún día conozco paisanos, como mis rasgos son otros, ni ellxs me verán, entenderán o aceptaran como unx de ellxs. Hasta el día que puedo probarlo para mi familia, para mí, la misma gente con quien tendré que tejer y caminar para retomar el camino probablemente siempre seré un extraño.