jueves, 22 de octubre de 2009

Recorridos












miércoles, 21 de octubre de 2009

como el viento

somos como el viento, que tratan de controlar para crear riqueza
pero seguimos luchando día tras día en contra la pobreza

que se encierra tras una frontera
que mamera
esa barrera
que no es esta esfera

como el libre comercio
solo para el precio
del capital que yo no aprecio
pero si, me atravieso
por encima de cual quiere raya aunque me dices necio

la tradición?
el del estado ha sido la traición
como han hecho por medio de la despareción
pero basta, seguimos acá en nuestra reivindicación
de la pluri nación-al, ancestral, siguiendo fuertes y fijos en nuestra ubicación

donde creamos el empleo
y el estado responde con el bombardeo
y la fumigación aéreo

en contra la mama coca
esta loca
el salvaje que la envenena blanca
y se lo mete por donde sea hasta la boca.
toca

cuestionar el desarrollo
y entender bien ese rollo
por que si no, esa mentira nos va dejar en tremendo bollo.
pero el pollo...

con hormonas no es la razón
por la cual su hijo salio gay, pero tu maricon.

es mas saludable comer un mamey, 100% organico, natural
como todo amor que se siente, incluso lo carnal,
que no es nada pendejo como lo paternal
esa guevonada hetero no incluye lo bocal,
como cuando me quedo colgado de ti con un mordisco labial.
pero para mi, lo mas bestial,
son las cosas que pa´ nosotros son penal,
pero para ti me enfrento ante lo mas genocidial
la homofobia de esta sociedad hipócrital
nos vería muertos antes que felices y esto ni trata de lo conyugal.

soplo como el viento
y este atrevimiento
de una rima no tiene mucho entendimiento,
pero lo importante es saber que el encasillamiento
por raza, genero, preferencia sexual o pensamiento,
es algo que se debería acabar en este mismo momento.

Hacen la guerra para hacer el amor - They make war to make love

Memoria del fuego: Nacimientos (I Libro)
Eduardo Galeano

1599
Santa Marta

Hacen la guerra para hacer el amor

La rebelión estalla en las costas del Caribe y los truenos sacuden la sierra Nevada. Los indios se alzan por la libertad del amor.


En la fiesta de la luna llena, bailan los dioses en el cuerpo del jefe Cuchacique y dan magia a sus brazos. Desde los pueblos de Jeriboca y Bonda, las voces de la guerra despiertan la tierra toda de los indios tairona y sacuden a Masinga y Masinguilla, Zaca y Mamazaca, Mendiguaca y Rotama, Buritaca y Tairama, Maroma, Taironaca, Guachaca, Chonea, Cinto y Nahuanje, Mamatoco, Ciénaga, Dursino y Gairaca, Origua y Durama, Dibocaca, Daona, Chengue y Masaca, Daodama, Sacasa, Cominca, Guarinea, Mauracataca, Choquenca y Masanga.


El jefe Cuchacique viste la piel del jaguar. Flechas que silban, flechas que queman, flechas que envenenan: los tairona incendian capillas, rompen cruces y matan frailes, peleando contra el dios enemigo que les prohíbe las costumbres.



Desde lo más lejano de los tiempos, en estas tierras se divorciaba quien quería y hacían el amor los hermanos, si tenían ganas, y la mujer con el hombre o el hombre con el hombre o la mujer con la mujer. Así fue en estas tierras hasta que llegaron los hombres de negro y los hombres de hierro, que arrojan a los perros a quienes aman como los antepasados amaban.


Los tairona celebran las primeras victorias. En sus templos, que el enemigo llama casas del Diablo, tocan la flauta en los huesos de los vencidos, beben vino de maíz y danzan al son de los tambores y trompetas de caracoles. Los guerreros han cerrado todos los pasos y caminos hacia Santa Marta y se preparan para el asalto final.



--------------------------------------------------------------------------------------
They make war to make love

The rebellion breaks out on the Caribbean coasts and the thunder shakes the Sierra Nevada. The Indians rise up for freedom of love.

During the festivities of the full moon, the gods dance in the body of the headman Cuchacique and give him magic in his arms. From the villages of Jeriboca and Bonda, the voices of war arouse the earth of the Tayrona Indians and Masinga and Masinguilla, Zaca and Mamazaca, Mendiguaca and Rotama, Buritaca and Tairama, Maroma, Taironaca, Guachaca, Chonea, Cinto and Nahuanje, Mamatoco, Ciénaga, Dursino and Gairaca, Origua and Durama, Dibocaca, Daona, Chengue and Masaca, Daodama, Sacasa, Cominca, Guarinea, Mauracataca, Choquenca and Masanga quake...



The headman Cuchacique dresses in jaguar skin. Whistling arrows, burning arrows, poison arrows: the Tairona burn down churches, break crosses and kill monks, fighting against the enemy god that has forbidden them their customs.

From the farthest of the times, in this land who ever wanted to could get a divorce and love mas made by brothers whenever they wanted, as did woman with man, man with man and woman with woman. That is how it was in these lands until the men of black and the men of iron arrived, those who throw to the dogs those that love as their ancestors loved.



The Tairona celebrate the first victories. In their temples, called houses of the devil by the enemy, they play flutes made of the bones of those they have vanquished, they drink the wine of corn and dance to the son of drums and conch shell trumpets. The warriors have closed all the paths to Santa Marta and prepare for the final assault.