martes, 3 de marzo de 2015

retornando a un territorio en disputa....

Es agridulce estar aquí otra vez. Llego a las peñas y es como llegar a mi casa. La que no tengo. Me hizo falta mis ríos, nadar, andar por los senderos, descalzo como se hace. Ya talaron todos los arboles alrededor del camino pa cruzar a la Cañada. Dicen que ya van a cruzar a talar por este lado del Suaza. Nadie hace nada. Me hace falta como todo era, hay tanto que hacer y poco tiempo. Quiero andar por el monte, buscando los lugares sagrados que ya nadie le importa, que llevan mucho tiempo sin que se le hace pagamento. Buscar otros animales para tomar fotos, grabar, antes que todo queda destruido. Quiero tejer en fique. Hay poco tiempo, poco tiempo pa todo eso. Llegaron más perros hoy, pastor alemán y labrador, siguen militarizando el territorio. El río está muy bajo y se está pescando harta cucha. La gente solo habla del calor y como va ser con un espejo de agua. Cada vez somos menos que nos movemos y se siente pesado el ambiente. Muchos estamos triste y no sabemos qué hacer, si irnos, pa donde, si quedarnos, vivir de que… la mayoría que se mueven solo hablan de listas y arreglos. Yo solo pienso en perder las peñas, san josé, el peñón, las cuchas, las bóvedas, la junta. Los sitios para mi… eso no tiene valor de dinero… quiero pitaya roja, me gusta cómo me deja los dedos y labios manchados de rojo y fucsia. Ayer me picó un alacrán en el dedo meñique y mi dedo sigue hormigueando. 28-2-2015

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