Me quedo pensando…. Me quedo pensando en cómo desde un
inicio unos de lxs originarios se quedaron fieles a lo propio, a defender lo de
aquí y otrxs, se convirtieron, asimilaron, traicionaron lo propio… esto incluso
antes de la llegado de los Ibéricos, sino con los Quechuas también. Friede habla de unas 10,000 personas
originarias del Alto Magdalena y el Valle de Timaná a mediados de los 1500s
reducidas a unas 250 personas en el año 1669
y ya después hasta menos… para repoblar la población de personas
esclavizadas que necesitaban los invasores para poder no trabajar y vivir bien,
los blancos realizaban “entradas” a la selva para capturar personas, traerlos
de vuelta, darles su catequización y ubicarlos cerca de las haciendas donde
laboraban para las encomiendas, sin pago.
Siglos después en los rasgos de los rostros, en uno que otro
apellido y los fragmentos que quedan de memoria, de plantas, sanaciones,
conocimiento de monte, tenemos la población campesina del Huila, netamente
indígena pero con un desarraigo de identidad, lengua y memoria que ni se conoce
mucho menos se enfrenta o asume. La práctica de subir la cordillera oriental “entrando”
a zonas que hoy pertenecen al Caquetá, la Bota Caucana y Putumayo, trayendo
personas de vuelta, obligadas, muchas veces niños y niñas, se realizó hasta las
primeras décadas del siglo pasado. Los traían biringos, solo con sus
narigueras, aretes y collares, que les
quitaban con todo lo de mas, muchas veces los tenían amarrados por mucho tiempo,
meses, hasta que aceptaban el dominio blanco, se bautizaban con nombres
cristianos, se les ponía ropa de los blancos, los casaban y a trabajar para
ellos para el resto de sus vidas. Se les decían “Piezas Tamas”… y aunque hiere
sentimientos es una palabra hoy en día revindicado como pueblo, como nación
cuando era solo termino para la gente que se pudo capturar, dominar de esta
región geográfica. Hay varios que argumentan que los Tama son Guajes, es decir gente del tronco lingüístico tukano
occidental, familiares de los payogaje, macaguaje, korecuaje y siona, que antes
del holocausto por el caucho, vivían en el pie de monte amazónica de la
cordillera oriental.
Por más o menos los primeros 200 años de esta práctica de
secuestro y esclavización, bandas o tribus de personas originarias atacaban con
lanzas y zarabatanas las encomiendas y
poblaciones coloniales matando a los blancos y hasta los indígenas sometidos.
Quizás liberaban también, los que querían volver al monte. Esta gente se conoce
como los Andakí. Al sol de hoy aunque hay muchos registros, personas que se
auto asumen y fragmentos de vocabularios, no se ubica bien quienes son los
Andaki, ni lo que hablaban. Si eran Guajes, Aí u otra gente(s) totalmente
distintos. Según el Diccionario Indio del Tolima Grande, el único lugar en el Huila
con nombre en lengua Andakí queda en Altamira.
Me quedo pensando en Sinforoza Ramón, y la otra gente mía,
originaria de la zona de La Jagua, aquí,
cómo llegaron? Como lo asumieron? Donde y como vivían antes? Que hablaban? Que
pensaban de todo? Resistieron?… Sino la historia no termina allí. Se dice que
esta gente de selva todavía existe, que todavía están los del monte que no se
dejan ver, que no comen sal y huelen a los que si comemos, que hacen caer
relámpagos y cerrar el cielo cuando un foráneo se acerca de donde ellos. Los
que no quieren saber del mundo creado por blancos, luego adoptado e impulsado por
los demás, donde el pensamiento de querer más domina hasta la necesidad de
poder vivir bien para siempre, de no acabar con todo para un goce momentario.
Dicen que están allá arriba en plena zona andan los guerrilleros e donde los monstros
que comen sin fin tiene puesto la mirada…. Los monstros que comen y ensucian agua,
genes, petróleo, oro y multitudes otros metales… las entrañas de la Mama Mijina,
la Madre Tierra que macabramente se extrae de su ser vivo.
Reflexiono de La Jagua, rica en su herencia cultural,
histórica, las medicinas de plantas, el tejido de fique y otras manualidades,
las guacas, las pesas de cobre en los chiles y atarrayas, también reflexiona
sobre su cultural general… su envidia, religiosidad hipócrita y hueca, su doble
moral y chismosidad, muchas personas bien acomplejadas, arribistas y
despectivas. Friede dice que la expansión española por mucho tiempo se estancó
en La Jagua, que de allí río arriba los indios eran muy bélicos y no se pudo
penetrar. Como sería el segundo
resguardo del Huila (1540) fundado encima de una comunidad pluri cultural con
“piezas tamas” y quien sabe cuántas otras más para orar y laborar pa que otros,
blancos, y que al día de hoy mantiene lo
que tuvo valor económico y los viejos hablan de ser Jaguos que ni ellos saben
dar razón de ellos y que no existen en los escritos y los Nasa que somos Nasa y
los Yanacona que los trajeron en los 1500s con el mismo cuento. Pa otros jagua es el metal negro que acompaña
el oro, también es el árbol con que se saca tinta pa pintarse el cuerpo y se ha
dicho por allí que significa entre aguas… como entre los aguas de los ríos
cuacua y guacacayo. No es por nada pero
esta tierra entre aguas que es un puerto natural casi tocando el pie de la
cordillera oriental por medio de sus ríos da acceso a la amazonia subiendo por
el cuacua, al macizo subiendo el yuma, toda la cuenca del yuma bajando por el
yuma y menos de un día de camino de la cordillera central.
Todavía los arqueólogos empleados por Emgesa no han
publicado mayor cosa de La Jagua, pero de lo que uno escucha por allí es que de
los 290-y-pico de tumbas excavadas para la reubicación de las piscinas de
oxidación, es que varios de los entierros están en grupos donde están
conjuntamente enterrados de la misma manera, posición y acompañamiento
material. Cercanamente hay otros entierros de grupos todos enterrados con otras
posiciones, materiales y dentro estructuras diferentes. No se sabe si los diferencias de entierro son
por diferencias culturales o lingüísticas o por posicionamiento/clase social.
Las aguas llevan 15 días subiendo. Hay tanto que hacer;
recorrer el territorio, escuchar a los viejxs, tomar remedio, leer en los
archivos, conocer los lugares cercanos con sus nexos y también escuchar. Hay
tanto por hacer para recuperar lo que fuimos y lo que siempre seremos, tanto
que hacer y tan pocos que les importa. Pienso en los petroglifos del guacacayo
cerca de La Jagua, y los petroglifos de Florencia sobre el río QUE??? y los
petroglifos del río Congor en Piamonte… son tan parecidas, tantas similitudes,
pero se, que pa muchas más falta más argumentos.
Me quedo pensando porque un chandoso, sangre sucia, mutante
medio transnacional como yo, siempre he tenido estas inquietudes e intereses.
Pa qué? De qué sirve más allá de abrumarse? Confundirse? Ser desafiado y
deslegitimado. De ser constantemente juzgado y mal mirado. Sentirse raro y
solo, bien solo…. Como las anteriores, no tengo respuestas a estas preguntas de
porque, lo único que sé, es que las cosas no se pueden dejar así, por lo menos
quisiera seguir con esta búsqueda aunque puede ser que nadie de mi gente, de mi
pueblo, le importa.
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